Siempre que te pregunto cuándo cómo y dónde tu siempre me respondes, quizás, quizás, quizás.

Siempre estas igual, las mismas imbeciles palabras repetidas por tu cerebro, como si fueras un lorito, pero yo quiero ver acciones, HECHOS ¿Lo entiendes?Me voy, sin el sabor de tus labios, ni el calor de tus brazos, volvere, te lo aseguro, pero no sere yo, cambiare, sabe dios que lo haré.

Paso de ti, idiota, egoista, egocentrico, gilipollas.

El, nuevamente. El principio de mi fin, ya lo dije. El y sus ojos, sus manos,su boca, el siempre el. Solo soy esclava de su voz. Locuras, egoismo, egocentrismo, saciedad, dependencia, lujuria, amor, tantas cosas que pueden hacerme cambiar. Ya no quedan piedras donde tropezar.

todos locos.

Efectivamente, todos estamos locos, no se si es la política, la sociedad, la economía o tantas tiendas de chinos abiertas. Pero nos hemos vuelto, irrespetuosos, sobre todo con nosotros mismos y eso no tiene que ser bueno.

El mundo es idiota, o yo subnormal profunda aún no lo se, pero va siendo hora de madurar.

sentido común

Querido Samu:
Aquí esta mi corazón(metaforicamente, no te pienses que estoy tan loca como para arrancarmelo y mandartelo por correo a tu buzón).Estoy hecha un lío. Si hubiera escuchado tus consejos sobre el sentido común, no estaría así.
Así que te lo regalo. Que reine el sentido común. Ojalá tuviera un poco.

Realidad

¿Crees que pasar de la euforia al llanto es un trastorno mental? Mata mis sentimientos,arrancame la piel a tiras, rompe mi corazón, hazme ver la jodida realidad, quiero sentirme de nuevo viva.

Rabia

Me gusta la rabia, el odio y los celos, son todos esos sentimientos que alguna vez uno de nosotros hemos tenido.
Siempre e tenido la certeza de que, cuando tenemos estos sentimientos a flor de piel es cuando realmente soltamos las cosas tal y como las sentimos, pasan directamente del corazón a la boca sin pasar antes por el cerebro.
Me gustan estos sentimientos, pero el mejor de ellos es sin duda la frialdad, la frialdad deberia ser uno de los principales pilares de nuestra personalidad, pues esta es la que no revela nuestras verdaderas intenciones y con ellas nuestros puntos debiles.